Dietas para bajar peso
Todos hemos oído hablar alguna vez de las dieta milagro, donde tomando un solo alimento, por ejemplo, una alcachofa durante unas semanas, conseguíamos reducir esos kilos de más. Por otro lado, están los suplementos o pastillas reductoras que aseguran rebajar la grasa a una velocidad de vértigo, pero… ¿consiguen un objetivo real?
¿Quieres adelgazar en una semana?
Esta puede ser la llamativa oferta que nos hacen en muchos sitios, sin contarle al cliente la cruda realidad: eso es perjudicial para nuestra salud.
El cuerpo necesita perder grasa poco a poco porque, si no, nos encontraremos con el temido efecto yo-yo. El organismo necesita una dieta variada y sana, donde las grasas no sean el aporte mayoritario y siempre que se adapte a las necesidades energéticas de cada persona. Es decir, no se puede comer cientos de grasas, y menos las grasas trans como patatas, helados, hamburguesas, etc., si luego no las vamos a gastar haciendo ejercicio. Por lo tanto el organismo necesita compensar.
Con estas dietas milagro donde se pierde rápidamente, al finalizarlas, el organismo cree que necesita recuperarlos para reservas del futuro (debido a que son el combustible para que funcione todo), por lo que absorberá más de esos nutrientes y por eso se produce el efecto yo-yo. Si en una semana o más negamos al cuerpo los nutrientes como la fibra, el potasio, las vitaminas…, necesarios para que funcionen bien todos los órganos, estaremos creando además una situación muy perjudicial con consecuencias negativas.
La situación natural para el organismo es perder grasas progresivamente, adaptándolo a la disminución de tal necesidad y aportando otros nutrientes muy necesarios en mayores cantidades como vitaminas y proteínas. Así, el cuerpo tendrá la energía necesaria y, a la vez, irá gastando las reservas de grasas.
Desde Nutridelia, abogamos por una reeducación nutricional, por la creación de dietas sanas y equilibradas, junto con la recomendación de realizar ejercicio. Con nuestra dieta podrás perder peso y ganar en salud en el tiempo que realmente necesita el cuerpo para asimilar la nueva situación, por lo que no existe efecto rebote y posee las máximas garantías de nutrición. A través del análisis de nutrientes, adaptamos las dietas a las necesidades nutricionales de cada persona, marcando unos objetivos reales y consiguiendo resultados óptimos.