¿Engordan los hidratos de carbono?
Los glúcidos, o hidratos de carbono, son las encargados de almacenar la energía y entregarla de manera inmediata. En el deporte son una de las principales necesidades para el rendimiento deportivo y si se quiere adelgazar rápido, son un elemento a eliminar de la dieta, pero… ¿cuáles?
¿Complejos o simples? ¿Cuál debes de eliminar de tu dieta?
Existen 4 tipos de glúcidos:
- Monosacáridos: son los más simples (formados por una molécula) y son la principal fuente de energía para el metabolismo.
- Disacáridos: formados por dos moléculas. Entre ellos encontramos la sacarosa y la lactosa.
- Oligosacáridos: compuestos de entre 3 a 9 moléculas. Suelen estar unidos a proteínas.
- Polisacáridos: cadenas formadas por más de 10 moléculas y su función es la del almacenamiento que usa el glucógeno para ser metabolizado más rápidamente.
Los glúcidos tienen varias funciones en el organismo, pero destaca la función energética, donde la glucosa hace de combustible ofreciendo energía inmediata a los músculos y neuronas, y la función estructural.
Normalmente estos glúcidos se diferencian en el argot nutricionista entre hidratos de carbono simples (monosacáridos y disacáridos) y complejos (oligosacáridos y polisacáridos). Los simples se digieren rápidamente, elevando la concentración de azúcar en la sangre y provocando que el organismo segregue la insulina para contrarrestar y enviar ese azúcar a las células. Cuando se sobrecarga, estos hidratos se convierten en grasa. Estos hidratos simples son la glucosa y la fructosa.
Los glúcidos complejos tardan más en absorberse por el organismo y pasan más lentamente a la sangre, por lo que ofrece combustible al organismo a largo plazo. Son los llamados almidones y los encontramos en los cereales, frutas y verduras.
Por ello, debe darse prioridad a los hidratos de carbono complejos, ya que según la OMS solo debemos obtener un 10% de energía de alimentos con glúcidos simples.
Las dietas bajas en glúcidos promueven la reducción en el consumo de almidones para favorecer a las proteínas, así se reduce el nivel de insulina usada para metabolizar el azúcar y se incrementa el uso de grasas para obtener energía (cetosis).
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