Mejorar la salud, querer sentirse mejor con uno mismo, mirarse al espejo y sonreír, estar en mejor forma… Cada uno tiene sus motivos, pero somos muchos los que, en algún momento de la vida, nos planteamos perder algo de peso y comenzar una dieta. Si has llegado hasta este momento previo, hay una serie de cosas que tienes que tener en cuenta antes de empezar tu régimen.
En primer lugar, saber si realmente necesitas ponerte a dieta y cuál puede ser un objetivo de peso realista. ¿Cómo hacerte una idea de esto? Calculando tu IMC o índice de masa corporal. Se trata de una sencilla fórmula que te indica, a partir de tu género, tu edad, tu altura y tu peso actual, cuál es tu rango de peso idóneo.
Para conocerlo, esta función de la web de Nutridelia te lo pone fácil. Nada mejor que ver un ejemplo práctico para comprender de qué estamos hablando. Si tienes, pongamos, 25 años, mides 1,70 y pesas 58 kilos, tu IMC es 20,1, lo que se sitúa dentro del rango de peso normal para tu estatura (entendiendo normal como sano, sin riesgo de sobrepeso). Según el indicador de IMC, además, puedes saber que tu peso debe estar comprendido entre los 54,9 y 69,4, lo que te puede ayudar para marcarte unos objetivos realistas y saludables cuando comiences tu dieta.
En el caso de que tu IMC esté por encima de lo que debería –es decir, si, con los datos anteriores, el peso actual fuera de 80 kilos y, por tanto, el IMC de 27,7- es cuando deberías no dudar en comenzar una dieta. Tu cuerpo lo agradecerá.
¿Es el IMC algo que haya que seguir a rajatabla? Para nada. Es algo meramente orientativo, pues, por ejemplo, una persona más musculada puede tener un peso mayor, pero estar sana y en perfecto estado físico.
Siempre con ayuda de profesionales
Una vez que hayas valorado tu IMC, si el resultado es que comenzar una dieta es lo mejor para ti, lo idóneo es que te pongas en manos de profesionales como los de Nutridelia, centro de adelgazamiento en Zaragoza en el que sus especialistas te acompañarán en el camino a tu peso ideal, te aconsejarán y te motivarán en los instantes de duda.
Porque sí, es probable que los tengas: estar a régimen es todo un reto que requiere también de fortaleza psicológica y emocional. Para esos momentos de debilidad, nada como recordar el mantra de que tu esfuerzo merecerá la pena.
Y, para hacer la tarea de estar a dieta más llevadera, puedes optar por las estrellas de Nutridelia: las dietas hiperproteicas. ¿Por qué? Ya os lo hemos contado en más de una ocasión, pero el hecho de que sus distintas modalidades tengan objetivos fijos y los resultados no tarden demasiado en verse es, cuanto menos, una de las razones principales para decantarse por ella.
Si estás dentro de tu IMC adecuado, pero quieres aprender a comer mejor, conocer tu organismo y sus necesidades y ofrecerle la nutrición más adecuada, entonces tanto la dieta disociada como la dieta metabólica son para ti. La primera te enseña a combinar los alimentos de manera adecuada y adelgazar así de manera progresiva; la segunda, a comer de tal forma que tu cuerpo queme las calorías innecesarias de la manera más rápida.
¿Y qué más necesitas saber antes de empezar a perder peso? Que el deporte será tu compañero ideal. Elijas la dieta que elijas, un par de sesiones semanales de ejercicio físico (además de huir de una vida sedentaria y pasear cada día un mínimo de 30 minutos) en disciplinas como running, bicicleta, natación o danza te ayudarán y mucho a lograr tu objetivo y a mejorar tu salud.