Beber agua para adelgazar
Beber agua es una necesidad fisiológica para el cuerpo, ya que sin ella moriríamos, pero además se ha evidenciado los beneficios de tomar agua en la dieta para perder peso.
El pilar de la salud en una dieta de adelgazamiento
El agua constituye las dos terceras partes del peso del organismo y de ella depende el funcionamiento correcto de células y órganos. Gracias a ella regulamos la temperatura corporal con la transpiración, posibilita el transporte de nutrientes a las células, lubrica y previene el estreñimiento al movilizar los alimentos ingeridos.
Las necesidades de agua vienen determinadas por el metabolismo de cada persona, las condiciones ambientales y el nivel de actividad. La recomendación mayoritaria son 2 litros de agua diaria. En caso de no tomar la suficiente agua, el cuerpo sufrirá una deshidratación, la cual puede derivar en consecuencias negativas.
El agua la podemos obtener también de alimentos que consumimos como refrescos (90% de agua), sopas (90%), frutas como el melón y la manzana (85%), yogures (80%) y pescados (70-80%), los cuales poseen una mayor concentración de agua, entre otros.
Muchos son los estudios que verifican la necesidad de tomar más agua para mantener un peso equilibrado. Los beneficios del agua en una dieta de adelgazamiento son la depuración del organismo y el aporte de vitaminas y minerales del agua contenidos en los alimentos.
El agua contribuye a perder peso porque mejora el efecto de la dieta hiperproteica, disminuye la sensación de hambre y conseguimos adelgazar antes. Esto se debe al efecto depurativo, donde eliminamos toxinas, la sensación de saciedad que produce en el estómago y la contribución en la aceleración del metabolismo (el ritmo con el que el cuerpo quema las calorías).
Un estudio realizado por la Universidad Charité de Berlín analizó el peso de personas a dieta que aumentaron el consumo de agua un litro, las cuales adelgazaron entre 1 y 2 kilos más que aquellos que no variaron la ingesta. Esto no se aplica a personas que no estaban a dieta, ya que en el estudio se demostró que aumentar el consumo no tenía relación con la pérdida de peso. Por ello, se desprende que tomar agua junto con una dieta es clave para adelgazar.
No hay que olvidar que una dieta debe acompañarse con actividad física para que la quema de grasa sea mayor, junto con la ingesta de líquidos que acelerará ese proceso y mejorará nuestra salud por dentro y por fuera.