Nutrición y dieta alimenticia
Ya llega el buen tiempo y con él, los propósitos para mantener una vida sana y equilibrada. Las suaves temperaturas, el resplandeciente sol y la cercanía del verano, son los aliados de millones de personas que desean tener una dieta saludable y se animan a realizar algún tipo de actividad física. Una oportunidad para mantener la figura, empezar con buenos hábitos y mantenerlos durante el resto del año.
Un buen estado de salud está directamente relacionado con la alimentación y la realización de ejercicio físico diario. Estos dos factores son fundamentales para tener un estilo de vida saludable que repercute positivamente en todas las facetas de nuestra vida.
Tan importante es saber qué tipo de actividad podemos hacer, según nuestras condiciones físicas, como qué nutrientes son necesarios para cada persona, conocer su metabolismo y los factores externos que le influyen en su día a día.
Nutrición y deportes
El Consejo Superior de Deportes recomienda un patrón de ejercicio físico, mostrado en una pirámide de prioridades, para cualquier persona que quiera mantenerse en forma (sin olvidar su combinación con una alimentación saludable):
- Todos los días: andar, subir escaleras, correr, jugar con amigos…
- 2 o 3 veces a la semana: bailar, karaoke, escalar… disfrutar de hobbies que dan fuerza y vitalidad.
- 3 o 5 veces por semana: actividades aeróbicas, fútbol, baloncesto, montar en bici…
Hacer una hora de deporte diariamente, pudiendo realizar el ejercicio en varios tiempos, junto con una nutrición correcta, hará que tengamos una salud de hierro. Comer de manera variada y equilibrada, realizando 4 o 5 comidas al día, conseguirá que mantengamos el peso ideal y sin sensación de hambre.
Si se va a hacer ejercicio físico, es recomendable tomar algo dos horas antes y posteriormente a la actividad, así se reponen fuerzas y se recuperan los nutrientes y líquidos perdidos tras el deporte. La ingesta de alimentos debe adaptarse a las necesidades nutricionales de cada persona y esta dieta debe mantenerse diariamente, ya que el buen estado nutricional se debe a la constancia en los buenos hábitos alimenticios.
En la dieta de cualquier persona que realice deporte no deben de faltar varias piezas de fruta diarias, alimentos ricos en calcio como los lácteos, proteínas de distinta procedencia como carnes o pescados, verduras y, sobre todo, mucha agua.
El organismo está compuesto en más de un 70% de agua, por lo que es esencial mantener niveles altos de hidratación durante la jornada para no sufrir riesgos en la salud. Podemos hidratarnos tanto de la fuente básica como es el agua, como con la toma de bebidas y alimentos con gran aporte de líquidos. Hay que tener en cuenta que los músculos almacenan casi unas tres cuartas partes de agua y que se desecha a través del sudor cuando nos ejercitamos. Su función reguladora de temperatura y depurativa la convierten en el gran aliado de una dieta saludable.
Como vemos, la combinación de una correcta alimentación con dietas personalizadas y la práctica de deporte de manera regular, mejora el estado de salud, manteniendo el organismo sano, el cuerpo joven y la mente relajada. Un balsámico para vivir más y mejor.