¿Quieres aprovechar las vacaciones para adquirir buenos hábitos? Puedes empezar cuidando tu alimentación y tu entorno con los alimentos de temporada, una opción sana, respetuosa con el entorno y fácil, porque puedes encontrarlos en el mercado todos los días.
Cuando hablamos de productos de temporada, normalmente nos referimos a las frutas y las verduras que crecen en una época determinada, sin necesidad de tratamientos que alarguen su duración o de tareas de maduración. Estos alimentos son más sanos y baratos y, por tanto, una buena opción para quien decide cuidarse.
Por otra parte, la primavera es una época de apertura, en la que consumimos más alimentos frescos, y una oportunidad para recuperar la vitalidad que durante el invierno queda en un segundo plano por el recogimiento y la interiorización más propia de los meses fríos.
En invierno consumimos más carne, quesos y embutidos o grasas saturadas; alimentos que sobrecargan nuestro organismo y que ya no nos apetecen tanto en primavera porque el cuerpo nos está pidiendo una depuración. Este es el momento perfecto para dar un giro a tu alimentación.
¿Por qué decimos que los alimentos de temporada son más sanos?
Los alimentos de temporada son los que se cultivan en suelos cuyos nutrientes naturales favorecen su crecimiento, con un clima adecuando y siguiendo un calendario natural. Además, cuando se recogen, conservan todo su sabor y propiedades y llegan de esta forma a los lugares de compra.
Durante la primavera en España, los alimentos de temporada son:
- Verduras: ajo, apio, acelgas y espinacas, brócoli, berro, calabacín, cebolla, lechuga, pepino, remolacha o zanahoria, judía verde, haba, rábano, entre otras.
- Frutas: aguacate, fresas, plátano, limón, melocotón o nectarina.
Beneficios de los alimentos de primavera
Muchas de las variedades de primavera son las verduras de hoja verde, variedades muy recomendadas por ser bajas en calorías y muy ricas en vitaminas (A, C y el complejo B, E, K), minerales, especialmente calcio, hierro, magnesio y potasio, y son una fuente de vitamina K, fundamental para la coagulación de la sangre. Estas verduras, además, tienen un alto contenido en fibra, así que ayudan a nuestra digestión.
Los rábanos, con ese sabor tan característico, son un alimento muy adecuado para cuidar nuestro hígado, favorecen la absorción de nutrientes y ayuda a desintoxicar nuestro organismo. Además, son ricos en fibra y contienen yodo, magnesio y azufre. Podemos encontrar diferentes variedades de rábano; la que contiene más propiedades es el rábano negro.
La cebolla es un clásico en nuestros platos durante todo el año, pero ¿sabías que es antiséptica, diurética, hipoglucemiante y depurativa? sus indicaciones terapéuticas son numerosas y la mejor forma de consumirla, es cruda. En este caso, si no quieres que pique o resulte fuerte para tu estómago, sólo tienes que sumergirla en agua con zumo de limón durante unos minutos antes de consumirla.
Las fresas son una de las frutas estrella en primavera y verano; con reducido aporte calórico, aporta hidratos de carbono y vitamina C. Y no sólo nos cuidan por dentro, sus propiedades antiinflamatorias las hacen idóneas para combatir las ojeras y las bolsas de los ojos y pueden servir de exfoliante si las aplicamos trituradas con azúcar y aceite de oliva.
En Nutridelia apostamos por los buenos hábitos alimenticios y el equilibrio nutricional, por eso, y con todas las propiedades de las frutas y verduras, os recomendamos el consumo de otros alimentos en esta época del año y algunas recetas que nos deja uno de los blogs de gastronomía más seguidos en España:
- legumbres como los guisantes, las habas o las lentejas.
- Centeno o arroz, como cereales principales.
- Pescado blanco.
- También recomendamos el consumo de algas.
En cualquier caso, son alimentos de temporada los que conocemos como productos de proximidad; aquellos que son autóctonos, que crecen en el entorno en el que se consumen. Precisamente, esta cercanía al consumidor, es lo que permite que estos alimentos sean más económicos; no precisan de transporte a larga distancia ni unas condiciones especiales de almacenamiento.
Estos alimentos, además, son más ecológicos porque respetan el ciclo natural de la zona de producción y de los alimentos y se evita el cultivo intensivo, que agota el suelo. Por, España es uno de los países que dedica mayor superficie de producción a la agricultura ecológica; una producción de temporada con un uso limitado de pesticidas y productos químicos.