Síndrome del colon irritable
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es una enfermedad crónica de origen desconocido que se caracteriza por un dolor abdominal y cambios en el proceso digestivo. Es una patología que afecta entre un 5% y un 25% de la población, haciendo más incidencia en mujeres que en hombres (4:1). Esta patología no es grave, pero limita en gran medida la vida social y laboral de las personas que lo sufren.
Este problema puede variar la evacuación intestinal, pudiendo tener diarrea o estreñimiento, lo que hace que algunas personas usen laxantes (aunque no esté recomendado). Existe cierta relación entre esta enfermedad con variables físicas y psicológicas como el estrés, la fibromialgia y dolor pélvico crónico. Además, estos pacientes pueden presentar intolerancia a ciertos alimentos como al gluten presente a los cereales, a la leche y a ciertas grasas.
Nutrición para el intestino irritable
Debido a la sensibilidad intestinal que supone esta enfermedad, es fundamental llevar una nutrición sana y equilibrada que respete las intolerancias alimenticias de cada persona.
Según los consejos de la Asociación Española de Afectados de Síndrome de Intestino Irritable (AESII) es necesario controlar la dieta y apuntar los alimentos que se toman para conocer cuáles de ellos afectan negativamente a nuestro organismo. Además, se deben evitar productos excitantes como el café, el alcohol o especias picantes que dañan el estómago. Todo ello, sin olvidar la realización de actividad física diaria en la medida de lo posible.
La importancia de una buena alimentación y la personalización de la dieta es de suma importancia cuando se padece el SII. Es recomendable hacerse un análisis de intolerancias a los alimentos para conocer cuáles de ellos son dañinos y retirarlos del menú diario.
También se puede complementar la dieta con suplementos alimenticios que mejoren la situación intestinal. En Nutridelia aconsejamos buenos hábitos alimentarios, masticar lentamente para que sea más fácil la digestión y realizar comidas poco abundantes y más frecuentes. Es muy importante aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra como los cereales, frutas y verduras, así como mezclar salvado de trigo con alimentos líquidos (yogures, por ejemplo). Es necesario aumentar el consumo de carne y pescado que ayuda gracias a sus proteínas de calidad.
A parte del aspecto nutricional, es necesario tener en cuenta aspectos tan importantes como evitar los nervios y el estrés, realizar actividades como caminar o nadar y mantener una buena hidratación consumiendo 2 litros de agua al día.