Información nutricional
En el momento que decidimos ponernos a dieta o a cuidar más en detalle nuestra alimentación, es cuando nos empezamos a fijar en la información que llevan los envases sobre el valor nutricional de cada producto. Sin darnos cuenta, vemos que es todo un mundo y que, si no se conocen bien los nutrientes y necesidades nutricionales que necesitamos, podemos estar equivocándonos en la elección de un alimento.
Composición de la etiqueta
Desde el año 1992, y con carácter voluntario (obligatorio en la mayoría de los alimentos transformados), España especificó qué información debían presentar las etiquetas nutricionales en los alimentos: el valor energético, las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas y la sal. Esta información sigue un orden establecido, por lo que facilita a los consumidores comparar a un simple vistazo los valores nutricionales de varios alimentos.
En esas etiquetas podemos encontrar los valores referidos a una porción del producto y por 100 g (o 100 ml). Siempre hay que fijarse en este último, ya que las porciones de cada alimento o envase varían según su presentación. Esto es un error muy común cuando se consultan las etiquetas y que hay que tener muy en cuenta o nos estaremos tomando más o menos nutrientes de los deseados.
Cantidad Diaria Recomendada (RDA)
También encontraremos el porcentaje de valor diario nutricional (%), es decir, los nutrientes en una porción de alimento que contribuyen a la dieta diaria total, basada en una dieta de 2.000 calorías. Probablemente, sus necesidades nutricionales variarán dependiendo de la actividad física que realice o el sedentarismo. Por ello, podemos fijarnos en ciertos nutrientes que son más necesarios para llevar una dieta sana y equilibrada.
- Nutrientes que se debe comer más: fibra, vitaminas, potasio y calcio.
- Nutrientes que se deben limitar: grasas (en especial las grasas saturadas), colesterol y sodio.
Se puede saber si un nutriente es bajo o alto según el porcentaje recomendado (%). Si es igual o superior a 5% es bajo en ese nutriente y si es igual o superior a 20% es alto. Cuando el valor es alto, será beneficioso o negativo para nuestra salud dependiendo del nutriente (si fueran grasas, habría que evitar ese producto; si fuera fibra, sería un producto más sano).
Si nos fijamos en las cantidades (por cada 100 g), el contenido en un nutriente será alto o bajo:
- Sal: 1,25 g (alto) – 0,25 g (bajo)
- Azúcar: 10 g (alto) – 2 g (bajo)
- Grasas saturadas: 5 g (alto) – 1 g (bajo)