Comenzar una dieta siempre es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Hay que estar preparado mentalmente para un reto así y ser muy consciente de que nos esperan una serie de sacrificios y de que habrá días de flaqueza, días en los que querremos abandonar y días en los que parecerá que nada tiene sentido.
Pero lo tiene. Y es en lo que hay que pensar cuando la idea de abandonar la dieta asome a nuestra vida. ¿Podemos prevenir que eso suceda y evitar que rendirnos surja como una opción? Podemos. Y hoy te contamos cómo.
Elegir una dieta adecuada a nuestras necesidades
La decisión de qué dieta elegir es la primera que tenemos que tomar. Y todo dependerá, claro, de nuestras necesidades y objetivos. ¿Por motivos de salud necesitas un cambio en tu vida? Como te contamos en este post, hay una dieta para cada persona y para cada problema.
¿Lo que pretendes es adelgazar unos kilos antes de verano y aprender a comer de forma saludable? Entonces una opción ideal para ti es la dieta hiperproteica. En Nutridelia, centro para adelgazar en Zaragoza, somos especialistas en ella y te aconsejaremos cómo seguirla para que veas tus metas cumplidas en el menor tiempo posible.
Porque uno de los puntos fuertes de este régimen es que proporciona unos resultados rápidos: en pocas semanas comienzas a ver que tu esfuerzo tiene recompensa. Y eso anima (y mucho) a continuar por el buen camino y a que el hecho de abandonar la dieta ni siquiera se nos pase por la cabeza.
Además, con este tipo de planteamientos en los que cada persona establece sus objetivos y sabe aproximadamente el tiempo en el que va a ver resultados, no solo crece nuestra motivación para seguir a dieta, sino también para establecer un estilo de vida saludable, que es el fin último que perseguimos.
A dieta sí, pero sin sufrir en exceso
Cuando pensamos en dietas nos vienen muchas ideas a la cabeza, y no todas son especialmente optimistas. Pensamos en el efecto rebote –algo que ya hemos explicado que no tiene por qué suceder siempre y cuando se cuente con ayuda de profesionales como los de Nutridelia-, en platos sosos y poco apetecibles y en días en los que pasar mucha hambre.
Pero esas ideas preconcebidas no siempre se ajustan a la realidad. Mucho menos cuando se apuesta por una dieta hiperproteica. En esta modalidad, la propuesta para perder peso no es reducir el número de calorías porque sí, sino iniciar una alimentación sana que lleve a nuestro cuerpo al estado cetogénico y, por tanto, a quemar grasas para obtener energía.
¿Esto qué significa? Que no tenemos que pasar hambre, sino optar por menús con alto contenido en proteínas y por productos específicos que nos hagan la tarea de adelgazar mucho más sencilla. Tanto para el estómago como para la cocina. Porque, por ejemplo, una tortilla de champiñones como esta es una cena rica y facilísima de preparar. Aquello de “no tengo tiempo” ya no es una excusa para no comer bien.
Si eres de los que no renuncia a la sopa ni en verano, esta de pollo con tostones de pan te encantará. Ideal para abrir acompañar un plato principal de dieta hiperproteica, como uno con carne, pescado o huevos como ingrediente principal.
“En realidad, yo no me pongo a dieta porque no quiero renunciar al postre y a comer algo dulce cuando tenga antojo”, dirá más de uno. Bien, pues esa excusa tampoco nos sirve: en Nutridelia tenemos una selección de postres dietéticos para chuparse los dedos. Seas amante del chocolate o de los helados, hay un plato dulce para ti.
Y tú, ¿te animas a comprobar que dieta y hambre no siempre tienen por qué ir de la mano?