Las comidas navideñas, conviértelas en tu aliado
La Navidad está muy cerca, con todo lo que ello significa. Además de una etapa muy feliz y de alegría, por lo que conlleva de celebración, la Navidad es también un momento de consumismo, a veces excesivo, que se nota, no sólo en forma de regalos, salidas, y reuniones navideñas, sino también y, especialmente, en lo que comemos.
Todos sabemos, y de hecho de alguna forma estamos preparados, que en la Navidad vamos a tener más de una cena opípara, aparte de la de Nochebuena y Nochevieja.
De nada nos servirá prepararnos para la Navidad con una dieta estricta si luego ingerimos más alimentos o más cantidad de ellos en grandes proporciones. Esto nos haría contribuir al llamado efecto rebote y ganaríamos con creces todos los kilos que hubiéramos podido perder.
Hay especialistas que nos dan una serie de recomendaciones esenciales para no coger peso en la Navidad. Algunas de ellas son:
- Hacer 5 comidas diarias
- Beber bastante agua, tanto como 2 litros al día. Esto nos da sensación de saciedad y además desintoxica el organismo.
- Utilizar poca grasa al cocinar y de la buena. El mejor aceite es el de oliva virgen, pero tampoco podemos abusar de él, porque aumenta el valor calórico de la comida.
- Disminuir considerablemente el consumo de azúcar y dulces. Los azúcares no contienen nutrientes, sólo aportan calorías vacías.
- Consumir verduras y ensaladas nos asegura un buen tránsito intestinal y nos da aporte de fibra, vitaminas y minerales
- Elegir carnes magras blancas como pavo, ave o conejo y pescado
- No distraerse mientras comemos viendo televisión o leyendo, ya que eso nos hará perder el control de lo que comemos
- Realizar ejercicio físico diario. Para mantener el control del azúcar y del colesterol, es bueno, o bien ejercicio moderado o caminar durante 30 minutos al día. Un podómetro puede ser un estupendo regalo para contar los pasos que caminamos cada jornada.
Estas ideas vienen muy bien antes de la Navidad, pero ¿qué hay de las comidas navideñas? ¿Cómo hacer para qué no nos engorden? ¿Cómo convertirlas en nuestro aliado?
Pues como normas generales, ya que cada familia va a realizar unas comidas o cenas navideñas diferentes, damos estos consejos:
- Cocinar al vapor. Como seguramente muchas de nuestras comidas consistirán en frituras o habremos añadido salsas con bastantes calorías, siempre que se pueda, hay que cocinar al vapor, o a la plancha o al horno.
- Evitar las grasas de carnes, embutidos y pasteles y optar por el pescado es otro buen consejo
- No picar entre comidas. Para saciar el hambre, podemos tener a mano alguna fruta o almendras, que nos saciarán y evitarán que comamos otros alimentos más calóricos.
- Obviar la sal. La sal, además de hipertensión, provoca retención de líquidos. Es un alimento perfectamente sustituible por otros, como apio o especias.
- Que el alcohol no te amargue la fiesta. La moderación es clave en las fiestas. El alcohol nos conducirá a una resaca molesta al día siguiente además de llenarnos de calorías inútiles y vacías. Un método para paliar el dolor de cabeza al día siguiente es tomar agua con limón entre copa y copa.
- Un poco de control con la báscula. No nos servirá de mucho pesarnos a cada instante, pero sí de vez en cuando para advertir un aumento de peso demasiado repentino que puede ser muy perjudicial y señal de alarma.
- En cuanto a los dulces, mención especial y mucho cuidado con los turrones. Están muy a la vista en estas fechas y son una dulce, pero peligrosa tentación. Será mejor tener estrategias para no -caer- en ellos, como compartirlos con los compañeros de mesa.