Cuidados en la alimentación del niño
Para saber comer de mayores debemos de haber recibido una buena educación nutricional en la infancia. En esa época, los niños eligen los alimentos guiados por los colores, los sabores y la textura, es decir, por impulsos sensitivos. Esa elección suele coincidir con alimentos poco recomendables en la etapa de crecimiento, dado que no aportan los nutrientes necesarios o incluso son dañinos para su salud. Por ello, es fundamental el papel de los padres en la formación nutricional, así evitarán futuros problemas de obesidad o de deficiencia alimentaria, para que se conviertan en adultos sanos y comprometidos con unos hábitos de vida saludables.
Los niños y la comida
La Universidad Nacional de Educación a Distancia a través de la “Guía de alimentación y salud. Alimentación en las etapas de la vida: infancia”, recomienda que la mayor parte de la energía proceda de los hidratos de carbono, hasta un 35% de la grasa y un 15% de las proteínas. Esto debe completarse con minerales y vitaminas, calcio y vitamina D para absorber las propiedades de ciertos alimentos. Las cantidades deben compensar el gasto de energía mientras juegan, debiendo realizar 5 comidas al día. El desayuno es una de las más importantes, ya que aporta un 25% de la energía que necesitarán en la jornada escolar y debe ser de los más completo nutricionalmente, incluyendo lácteos, frutas y cereales. Entre las recomendaciones de alimentación diarias de la guía destaca:
- Ingesta diaria de leche
- Alimentos ricos en fibra
- Evitar las grasas animales que suelen aparecer en la bollería industrial
- Eliminar los precocinados como alimento diario
- Consumir fruta fresca y zumos (no como sustituyentes)
Muchos organismos nacionales e internacionales, entre ellos la Organización Mundial de la Salud, recalcan la necesidad de una buena educación alimentaria para evitar posibles problemas de salud. Una correcta nutrición evita problemas de rendimiento escolar y beneficia el desarrollo físico y mental de los más pequeños.