Cuidándonos a través de la nutrición
España es bien conocida a nivel internacional por su gastronomía. Los platos típicos españoles como la paella o la tortilla surgen en los primeros comentarios cuando hablamos con un extranjero sobre nuestro país. Y también el vino español, o el aceite de oliva, o las naranjas.
El concepto de dieta mediterránea está asociado con una alimentación saludable. Y eso es debido a que posemos las materias primas de calidad necesarias, o sea, las verduras, legumbres o carnes propios de cada región, el producto autóctono.
Contamos con algunos de los cocineros mejores a nivel mundial, comenzando por el País Vasco con nombres como Arzak, Subijana o Berasategui, y llegando a Ferrán Adriá, que innovó la alta cocina no sólo española sino mundial.
Si eso es así, la siguiente cosa que se nos viene a la cabeza es si los españoles comemos bien y si comemos mejor que antes, que hace unos años. En definitiva, como es nuestra nutrición.
La respuesta sería afirmativa según las encuestas, informes, y programas existentes realizados por distintas organizaciones.
Por ejemplo, una encuesta de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) de este 2015, que analizó el comportamiento de 1.259 consumidores de entre 25 y 74 años, llegó a la conclusión de que las cestas de la compra de los españoles ya no se llenan con los mismos artículos que hace un par de años.
Comemos más frutas y verduras
El consumidor está tendiendo a comer más fruta y verdura y menos bollería, carne y bebidas azucaradas. El consumo de pescado ha aumentado un 27%. Se observa también una tendencia hacia lo vegetariano y surge un nuevo concepto llamado “los flexitarianos”, que son los vegetarianos que alguna vez, de vez en cuando, comen carne o pescado.
También es de notar el interés por saber qué pone en la etiqueta de los alimentos que consumimos. Un 64 por ciento de españoles dice leer lo que pone en la etiqueta, para conocer, fundamentalmente, la fecha de caducidad, los ingredientes, la fecha de consumo preferente y el país de origen.
Para decidir donde compramos, los españoles atendemos primero al precio y luego a la proximidad del establecimiento.
Los que mejor comemos de Europa
En el 2014, el barómetro FOOD sobre hábitos de alimentación saludables determinó que los españoles éramos los que mejor comíamos de Europa. Este barómetro no es más que una encuesta europea entre determinados países, entre los que por ejemplo están Francia e Italia, países tradicionalmente considerados como de muy buena gastronomía. Y España está por delante.
Claro que esta encuesta se refiere a los hábitos nutricionales de los trabajadores que comen fuera de casa diariamente y a los restaurantes.
Entre los datos más destacados de Food 2014 llama la atención el hecho de que los trabajadores piensan que su empresa puede influir en que sus hábitos sean más saludables, ofreciendo acceso fácil a actividades deportivas, fruta fresca, agua e incluso consejos de un especialista en nutrición.
Otro dato: Al mediodía, los que comen fuera de casa, prefieren hacerlo en un restaurante y muy pocos optan por la comida rápida
Este Programa FOOD también recomienda una serie de pautas a los trabajadores y restaurantes para que su alimentación sea más sana, como que un tercio de la comida sea a base de verduras y hortalizas y que dos veces a la semana haya legumbres cocinadas con alimentos de origen vegetal.
Sin embargo, esto no era así hace apenas unos pocos años.
En el 2009, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) afirmaba que “comíamos más de lo que es necesario y no nos movíamos o nos movíamos poco”.
La OMS alerta del peligro que supone comer mal y de las enfermedades cardiovasculares y diabetes que de ello se derivan.
A este respecto, si sabemos que comer mal es malo, es necesario que la información que existe sobre ello llegué al consumidor
Errores a la hora de comer
¿Qué cosas–hacíamos- mal y quizá algunos continúan haciendo mal?
- Comemos lípidos en exceso, por ejemplo, sustituyendo las cenas por embutido
- Comemos pocas frutas y verduras e hidratos de carbono, ya que estos últimos se asocian con el aumento de peso. Lo cual es un error, ya que pasta o legumbres, patatas, que son hidratos de carbono, sacian y no tienen tantas calorías
- Nos sobrepasamos con el azúcar y deberíamos evitar la bollería y los refrescos, que también llevan azúcar.
- Otro error: la mala distribución de las comidas. Se come poco en el desayuno, no lo suficiente en la comida y mucho en la cena.
- El sedentarismo y la falta de ejercicio. Hay que efectuar ejercicio físico moderado diariamente
- El estrés emocional nos puede llevar a comer mal, dando lugar a obesidad, hipertensión o diabetes.
¡Sigamos la dieta mediterránea!
La Marca España nos recomienda el seguimiento de la dieta mediterránea y no abandonarla.
La dieta mediterránea es mucho más que una dieta, es un estilo de vida. Es una mezcla de las bondades de la gastronomía española, con el eje del aceite de oliva como alimento estrella. Se trata de alimentos con cualidades valiosas en el aspecto natural y para la salud.
Caracterizada por consumir muchos alimentos de origen vegetal, el consumo moderado de pescado, marisco y aves de corral, pequeñas cantidades de carnes rojas y el aporte diario de vino de forma prudente durante las comidas.
Centrada en el Mar Mediterráneo, la dieta mediterránea es una combinación de paisaje, agricultura y cultura. Nuestra ubicación ha suministrado que en la cuenca mediterránea se produzca una selección de alimentos y una forma de cocinar.
La dieta mediterránea unida a la práctica de ejercicio es algo que la ciencia moderna ha reconocido como vitalmente saludable
Debemos proteger la dieta mediterránea y mantenerla. Es parte de nuestra herencia cultural. Por ello, son necesarias todas las actividades dirigidas a la sensibilización y conocimiento de este patrimonio cultural inmaterial