No seremos nosotros quienes echemos por tierra la sabiduría que alberga –valga la redundancia- la sabiduría popular. Pero hay que reconocer que entre todo ese conocimiento también se encuentran píldoras que, o bien por falsas creencias o bien por desconocimiento, no son del todo ciertas. Especialmente en el universo de la alimentación.
En nuestra vida hemos oído de todo, desde que el agua engorda (si es incolora, inodora e insípida, ¿de dónde saca las calorías?) hasta que lo mejor para la resaca es un café con sal. ¿Qué hay de verdad y de mentira en todo esto? Vayamos paso a paso analizando estos mitos dietéticos.
“El pan engorda, si estás a dieta no lo consumas”
Un chiste (malo) también arraigado en el habla popular remataba esta afirmación con “no engorda el pan, engorda quien se lo come”. Tiene más razón esta segunda afirmación que la primera, pues el pan no es, ni mucho menos, un alimento calórico. Es rico en hidratos de carbono y pobre en grasa y, de media, 100 gramos de pan contienen unas 250 calorías.
¿Y qué hay de aquel otro mito que dice que la miga es mucho peor que la corteza? El alimento es el mismo, igual de bueno o malo. La única diferencia es que la corteza, al ser la parte tostada, está más deshidratada que la miga, de ahí su color y su textura.
Por tanto, ¿puedes consumir pan en tu dieta? Sí, especialmente si es un pan dietético como este de Nutridelia, perfecto para no tener que decir adiós a uno de tus alimentos favoritos cuando estés a régimen.
“La fruta al final de la comida te hará ganar peso”
Es totalmente falso. El aporte energético de una pieza de fruta es exactamente el mismo si la consumimos en el desayuno o en el postre. Sí es cierto –y por eso se recomienda comerla entre horas- que la fruta provoca en nosotros un efecto de saciedad debido a su alto contenido en fibra. Y esto nos lleva al siguiente punto.
“Comer kiwi es el mejor remedio para el estreñimiento”
Sí y no. Es decir: el kiwi es una fruta y, como todas, tiene un alto contenido en fibra. La ausencia de fibra en nuestro organismo es la que, a su vez, nos provoca el estreñimiento.
Los expertos, como indica este estudio, recomiendan ingerir unos 25 o 30 gramos diarios de fibra, presente en frutas y verduras varias. ¿Cuántos gramos de fibra tiene un kiwi? Aproximadamente, 2 gramos. Por eso, incluirlos en nuestra dieta es una buena medida para evitar el estreñimiento o mitigarlo, pero no solo de kiwis vive un sistema digestivo feliz.
“Hay que tener mucho cuidado con el consumo de huevos”
Los huevos son unos alimentos demonizados: se les considera causantes de las subidas de colesterol y, según las leyendas de la alimentación, son los enemigos acérrimos de cualquiera que esté a dieta.
Pero eso no es para nada así, Los huevos contienen proteínas, fósforo, hierro, ácido fólico y son uno de los pocos alimentos que nos aportan vitamina D de manera natural. Y, consumidos de forma moderada y en la cantidad que aconsejen expertos como los de Nutridelia, centro de adelgazamiento en Zaragoza, son los compañeros ideales de esa dieta hiperproteica que estás siguiendo para bajar unos kilos.
“El microondas quita las propiedades de los alimentos”
No, el microondas no hace ‘¡chas!’ y elimina nutrientes. Ni tampoco transmite radioactividad a los alimentos como podría suceder en un episodio de Los Simpson. Es cierto que cocinar a alta temperatura puede provocar que algunas vitaminas se descompongan, pero el microondas, precisamente por ser el que más rápido calienta los alimentos, es el electrodoméstico que menos provoca ese efecto.
“Lo mejor para la resaca es un café con sal”
El café y la sal, por separado y consumidos con moderación, pueden ser beneficiosos para nuestro cuerpo. Pero juntarlos no siempre es una buena idea. ¿Qué se consigue tomando un café con sal? Provocar el vómito.
Si este es el objetivo de quien lo consume, entonces el remedio es óptimo. Pero hay que tener en cuenta que deshacerse del alcohol en el organismo por la vía del vómito solo será posible si la ingesta es reciente: si el alcohol ya ha llegado a la sangre, el café con sal no es un gran remedio.